Los últimos datos del Producto Bruto Interno (PBI) publicados por el INDEC, lejos de ser motivo de celebración, revelan la orientación del modelo económico impulsado por el Gobierno nacional. Así lo advirtió el ministro bonaerense de Economía, Pablo López: “Los datos del PIB del 1º trimestre, que algunos celebran, evidencian el modelo reprimarizante, desigual y concentrador de riqueza del Gobierno nacional”.
Según el informe oficial, sectores clave como la construcción (-14,9%), la industria (-9,4%) y el comercio (-2,8%) sufrieron una fuerte contracción en comparación con el primer trimestre de 2023. En contrapartida, las actividades primarias —vinculadas al agro, la pesca, la minería y el petróleo— crecieron un 14,6%, y las importaciones se dispararon un 22,2%.
López remarcó: “Es alarmante el nivel de importaciones, que superó el 32% del total del PIB, un récord histórico”. Este porcentaje es el más alto registrado en los últimos 20 años. El ministro atribuyó este fenómeno a “la desregulación comercial y políticas nacionales que destruyen la producción local y el empleo”.
En efecto, las primeras secuelas del modelo se reflejan también en el mercado laboral. La tasa de desocupación pasó de 6,9% en 2023 a 7,9% en 2025. “Más argentinos están desocupados por el desplome productivo en actividades intensivas en trabajo, como industria y construcción”, sostuvo López. El deterioro del empleo tiene su correlato en el consumo. Las ventas en supermercados cayeron un 9% interanual en términos reales, reflejando el retroceso en la capacidad de compra de las familias. “Así como las ventas en supermercados y autoservicios se encuentran deprimidas, el consumo de importados está en máximos. Esto configura un desbalance regresivo”, señaló el titular de Hacienda bonaerense.
Frente a este escenario, desde la provincia alertan sobre las consecuencias sociales y económicas de un rumbo que prioriza la apertura irrestricta de las importaciones y la renta primaria por sobre la industria, el empleo y el mercado interno.