El Gobierno nacional inauguró finalmente el Consejo de Mayo, un espacio creado para avanzar en acuerdos legislativos en línea con los principios establecidos en el Pacto de Mayo. Pese a que los concurrentes aseguraron que se logró un “diálogo muy conductivo”, el intercambio también desató fuertes críticas por parte de sectores opositores, quienes señalaron que el Ejecutivo busca legitimidad política mientras “arrastra con la economía”.
El encuentro, encabezado por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, reunió a el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, representando a las provincias; la senadora Carolina Losada y el diputado Cristian Ritondo por el Congreso; el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, por el sindicalismo; y el presidente de la UIA, Martín Rappallini, en representación del empresariado. Desde Gobierno, el ministro Federico Sturzenegger participó como representante del Poder Ejecutivo.
Tras la reunión, Sturzenegger celebró el clima de diálogo y destacó que “hay un ánimo de diálogo muy conductivo, con miradas diversas y mucha vocación de trabajar y llegar a consensos”. El Consejo, según explicaron desde el Gobierno, busca transformar los lineamientos del Pacto de Mayo en iniciativas legislativas concretas, entre ellas la “reforma laboral moderna”, una de las prioridades de la agenda libertaria.
Con una mesa conformada casi exclusivamente por aliados del oficialismo, el Consejo de Mayo deja en evidencia que el diálogo promovido por el Gobierno aún está lejos de incluir a las voces opositoras, las cuales representan a una parte significativa del electorado.